Para su elaboración se consideró mate de Argentina y Paraguay que le otorgó el amargor. Bolivia aportó equilibrio con su quinoa, mientras que Colombia entregó la intensidad de su café. Por su parte, Uruguay colaboró con su característico dulce de leche, y los cerveceros aportaron las notas ahumadas en aroma y sabor de las maltas, lúpulos y por supuesto el agua blanda valdiviana.
A través de este cocimiento se obtuvo una cerveza color negro intenso y espuma ámbar. En su abanico de aromas se perciben notas dulces, manzana roja, suave tostado y destellos ahumados. En boca existe un retrogusto astringente y amargo que aporta el mate y el lúpulo. Un final seco y fondo levemente tostado nos indica la utilización de buen café.
Esta nueva Cerveza Latinoamericana presenta una graduación alcohólica de 5,1° y aporta 40,51 kcal/100 ml. La temperatura perfecta para consumir fluctúa entre los 10 a 12°C y su amargor, 40 IBU. En cuanto al maridaje para esta experimental, acompaña muy bien comidas asadas y ahumadas, idealmente carnes y salchichas a la parrilla. Algunos quesos de mediana intensidad y de postre galletas de chocolate y mantequilla.
Esta nueva cerveza experimental está disponible por tiempo limitado en el restaurant La Cervecería de Valdivia y bares cerveceros Kunstmann Kneipe de Isla Teja, Barrio Bellavista y Plaza Ñuñoa en Santiago.
Rodrigo Donoso Rumie