Pinga, marvada, mé, cajibrina, branquinha, aguardente da terra, caxaca, etc. el destilado con más eufemismos del mundo, la cachaça.
Destilado del “vino” de caña de azúcar (fermentado del zumo natural de la caña). Se puede denominar de dos maneras según la legislación brasileña; aguardiente de caña de azúcar, que puede estar entre los 38 y 54% de grado de alcohol o, cachaça y puede oscilar entre los 38 y 48%. Puede estar adicionada por azúcar como máximo 6 gr/l.
Las diferencias más relevantes en la calidad del producto, son entre las cachaças industriales, y las de alambique, también denominadas orgánicas. Las primeras con un proceso masificado y la segunda como ya sabemos un proceso más meticuloso y con más amor, que claramente vemos reflejado en nuestras copas.
Por eso podemos decir que todas las cachaças pueden ser aguardientes de caña de azúcar, pero no todos los aguardientes de caña de azúcar pueden ser cachaça, tan solo varia la graduación permitida
Las podemos distinguir también según su envejecimiento, los más relevantes son; Envelhida (envejecida menos de un año), envelhida Premium (envejecida más de un año), envelhida extra Premium (envejecida por lo menos 3 años) y reserva especial (envejecida al menos 3 años en barrica pero con características diferentes a la anterior).
Los maestros destiladores que envejecen cachaça, usan más de 30 tipos de madera para envejecer este destilado, entre los que se encuentran más destacados:
- Freijó (lat. Cordia goeldiana); casi no aporta color al destilado y da un envejecimiento muy neutro, con un cuerpo medio y acidez suave.
- Jeiquitibá (lat. Cariniana); otra madera que aporta poca tonalidad al destilado, confiriéndole aromas florales y herbáceos.
- Amburana (lat. Amburana cearensis); un envejecimiento de agresividad media, que rebaja la acidez y da complejidad al destilado.
- Carvalheiro o roble (lat. Quercus robur); normalmente usado el tipo americano, dándole un carácter muy “whisquense”, con aromas a coco, vainilla y frutos secos. Aporta una elevada tonalidad.
Muchos han sido los “engenhos” (donde se produce) que ya sea por su tradición o por que se han querido unir a este movimiento, han empezado a producir destilado de una manera más ecológica y sostenible. Al igual que los destilados que comentaba antes, también están creciendo las exportaciones de cachaça de alambique, esperamos ver esas botellas en las barras de todo el mundo pronto.
Detalles históricos…
En el 1504 se inicia la primera plantación de caña de azúcar en el país, no hay datos exactos de donde o cuando se hizo los primeros destilados, pero si fue en esos años posteriores a la plantación.
Como datos curiosos, la cachaça, aparte de ser la bebida de esclavos durante la fiebre del oro blanco (azúcar) en Brasil, fue mayormente potenciada por los colonos portugueses, cuando se les terminaba su querido aguardiente de bagazo de uva y al no poder disponer de nuevo con facilidad, tenían que buscar otro destilado para combatir su abstinencia.
En el s.XVIII con unos impuestos especiales aplicados a la cachaça, se constituyó la escuela pública.
También hay relatos que cuentan que a principios del 1900, mezclada con miel y limón, se convirtió en un remedio para combatir la gripe española, pandemia que azotó el mundo, matando a casi el 6% de la población global de esa época.
¿A quién no le viene a la mente cuando hablamos de cachaça, una botella de paja? tiene una razón, y es que las empezaron a envolver en este material, cuando eran transportadas por los burros en las alforjas, para que hubiera las menos bajas posibles.
Para probar…
“Do amor e da cachaça sempre dizemos nunca mais mas só encuanto dura a resaca.” Cau Nunes