Inicio Bares y Otros Don Pablo y su cava: Un emprendimiento de vinos.

Don Pablo y su cava: Un emprendimiento de vinos.

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Don Pablo y su cava es un emprendimiento de vinos que conocimos en la comuna de Lota el año pasado cuando nos invitaron a su primera cata de vinos. No podíamos decir que no a esta invitación, ya que es difícil decirle no al vino, sobretodo cuando viene con enseñanza incluido.

Sin embargo, en este tiempo hemos descubierto que este emprendimiento va más allá de generar solo catas de vinos. Es así como lo describe Pablo, dueño y gestor de esta idea: «Don Pablo y su cava es una empresa que busca acercar el vino a  las personas a través de experiencias. Y esto partió cuando yo comencé a introducirme en el mundo del vino. Sentí que faltaba mucho de vivencias. Antes yo iba al súper, compraba una botella por tincada, la descorchaba y pa dentro. Entonces faltaba algo más, algo que conectara a la gente. Entonces ahí nace la idea de esta empresa de poder acercar el vino a las personas a través de experiencias. Por lo tanto ¿A qué se dedica don Pablo? (pregunta retórica) Nos dedicamos justamente a generar instancias, a generar experiencias en donde las persona vivan el vino, porque el vino no solamente se bebe sino que también se vive».

Un emprendimiento siempre cuesta hacerlo crecer y el equipo de trabajo es fundamental. Aunque las pymes generalmente comienzan con una o dos personas realizando todas las gestiones. En Don Pablo y su cava «el equipo de trabajo hoy día está compuesto cien por ciento, en cuanto a la dedicación de tiempo,  por mí. Y en forma paralela yo tengo gente que me va  apoyando en forma paulatina, en forma puntual de acuerdo a cómo van saliendo los proyectos. Allí cuento siempre con el apoyo de un Sommelier, cuento con el apoyo a veces de una de una fotógrafa, que ella va haciendo registro de los eventos, y para efectos de publicidad tengo el apoyo de unos amigos que tienen una empresa de marketing. Entonces tengo la asesoría siempre de un amigo que es Sommelier que de a poco lo he ido soltando. De hecho estamos nosotros haciendo las catas de vino».

¿Cuándo empezó a despegar el proyecto?: «El proyecto en sí despegó, o no sé si es el nombre más adecuado, pero si empezó a hacerse más conocido cuando se empezaron a comunicar a través del boca a boca los eventos que hacíamos, porque eran eventos atípicos, por ejemplo el tema de trekking wine es algo bastante innovador, novedoso. La cata con botes también no es algo que se vea todos los meses, incluso a nivel país. El tema de sexo y vino: placer divino. Entonces sentimos que empezó a hacer conocido cuando la gente empezó a escuchar estos eventos medios raros como ¿Qué es esto? ¿De dónde salió? Al principio la verdad que nos costó empezar a producir eventos. Fácilmente entre los primeros cinco a seis meses lo único que hicimos fue la cata de vinos en Lota y algunos tours a las viñas».

Tener un emprendimiento que se basa en gran porcentaje en experiencias y actividades en grupos y al aire libre, no es fácil de sostener en tiempos de cuarentenas, de cordones sanitarios, de tantas restricciones para reunirse. ¿Cómo lo hace Don Pablo en estos tiempos?:

«Hoy, producto de la pandemia, nuestra línea de servicio está 80 – 90% en el suelo. Y lo único que nos queda en esta línea de servicio son los cursos online que hacemos a través de plataformas zoom. Y a nuestra línea de productos le hemos dado harta fuerza para que a través de la venta de un vino, a través de la venta de productos poder también recabar un poco de experiencia asociada al vino.

Por ejemplo, para el día de la madre se nos agotó un producto que era un vino ícono, que tenía una historia bastante preciosa detrás de la caja. Era un vino bien caro. Entonces nosotros empezamos a contar la historia que había detrás de ese vino. Era una historia bastante romántica, bastante amorosa y la gente empezó a enganchar por ahí. Cuando alguien nos consultaba por ese vino nosotros le enviábamos por whatsapp una foto, un video incluso del cómo se abría la caja y un audio contando la historia de ese vino. Y a través de esa experiencia la gente se enganchaba con el producto y lo compraban».

¿Cuáles son las actividades que han realizado?

Nuestro primer evento fue una cata de vinos en Lota sin mucha experiencia. Nada de experiencia mejor dicho. Hemos hecho también dos tour a las Viñas del Itata. El primero fue una fiesta del vino y la segunda fue una untura exclusiva a una viña para conocer sus bodegas, su cava, sus parras. Fuimos incluso a un curso de vino allí  en la Viña y terminamos con un asado al aire libre con vino. Posteriormente estuvimos haciendo las catas de vino en bote. También hemos hecho el evento Sexo y Vino: Placer Divino donde mezclamos estos placeres del sexo y del vino. Ahí nos asociamos con una chica que es kinesióloga pélvica y que además tiene un sex shop, entonces se maneja harto en el tema. Además de Trekking Wine en el sector de Roa donde la gente enganchó harto con el evento porque era al aire libre y terminaba con una cata de vinos. Y ahora estamos con unos cursos online.

El público de este emprendimiento se encuentra por lo general en un rango de 30 a 45 años, aunque también un poco menores. El adulto joven con un poder adquisitivo más estable y por sobre todo, que le gusten las experiencias nuevas.

¿Cómo lograron el trabajo con las marcas?

«Sin tener ningún currículum asociado al vino, sin tener experiencia, sin que nadie me conociera en el mundo del vino me fue bastante difícil (Yo creo que aún hay mucha dificultad en conseguir apoyo de algunas marcas), pero al principio fue muy, pero muy difícil. Porque por ejemplo, llegaba a una viña saludando “Hola, soy Pablo Parra” y al googlearme encontrabas datos de mis otros trabajos, pero nada de vinos. Entonces el comienzo fue bastante complejo. El objetivo al inicio era trabajar vinos que solo fueran de la zona de productores locales para apoyar el trabajo local. Como eso se nos fue dificultando un poco tuvimos que irnos a vinos del valle central. 

Al principio entonces comenzamos con los tour y comencé a hacer un poco de lobby con las viñas donde les comentaba de mi proyecto y que estaba interesado en llevar a mis clientes – Yo les hablaba de clientes sin tener muchos – a conocer la Viña. Entonces por ese lado se interesaron.

Cuando llegábamos allá yo empezaba a conversar mucho con los dueños sobre mi proyecto. A conversar de tú a tú, de cara a cara para que ellos sintieran que yo les transmitía algo de pasión por el tema. Por ahí fui ganando apoyo. Me fue bastante bien con 3 Viñas que me recibieron super bien. Vieron que había mucha pasión a pesar de no tener un currículum en el mundo del vino.

Luego de eso ya empezaron a aparecer más Viñas.

Para saber más de este emprendimiento, puedes ver todos su eventos en su cuenta de Instagram: Don Pablo y Su Cava (Click aquí)

Un emprendimiento se debe a sus clientes y nada seríamos sin el feedback de ellos mismos. Como no podemos entrevistar a los clientes preguntamos a don Pablo el cómo ha sido la recepción de los clientes para con su pyme: «En general buenísima, y justamente por lo mismo que esto sigue avanzando. Siempre la recepción ha sido por el lado de los servicios. Porque hoy en día no hay mucha diferencia entre comprarme un vino a mí o comprárselo a otras tiendas o ir al supermercado.

Por el lado de los servicios, entonces, hemos tenido muy buena acogida y por ahí nos hemos estado dando a conocer mucho. Porque son eventos innovadores, únicos inclusive. Donde la gente vive la experiencia del vino. Les queda un recuerdo memorable. Los Trekking Wines, las catas de vino en bote, etc. por que es otra cosa, porque ahí se vive el vino. De hecho muchos clientes que hoy me compran vino son clientes que conocí en los eventos. Partieron por ahí y después cotizaban catas de vino a domicilio, que es algo que había olvidado mencionarte

Así que ha sido buenísimo y esperamos que esto pase luego».

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