En la coctelería nada está dicho. Los bartenders están permanentemente tratando de sorprender con técnicas diversas -y desconocidas hasta ahora- en sus tragos.
Hay una última tendencia que circula en las barras de Santiago y que viene de algunos whiskies ahumados, que se originó y se puso de moda en Estados Unidos.
Se trata de los cocteles ahumados, que tienen la particularidad de despertar los sentidos, porque aportan aromas y sabores según lo que se ahume: hay sabores cálidos, especiados y también herbales, entre otros.
¿Cómo se llega a esta elaboración? De distintas formas. Unos se hacen con un soplete; otros, con un ahumador. Otros tantos más, simplemente capturando la esencia del humo en un frasco, la que luego se pone sobre el trago.
Quedan bien con comidas, porque se complementan en sabor y aportan un ingrediente más. Y quedan bien como bajativo también, pues son cócteles de gran potencia, ideales para un gran final.
Acá van algunos recomendados.
Osaka
Uno que me encanta, en el restaurante de comida nikkei Osaka, es el “Mr. Osaka” ($ 10.000), un cóctel que vale su precio, por su balance y por el ahumado elegante que logra el bartender Michael Maureira, quien al ron, bitter de naranja, miel de albahaca, tónica y humo de romero, le aporta frescura con los sabores del lulo (fruta tropical) y el maracuyá.
Cada vez que voy, lo pido con el “nigiri Gyutan”, esa preparación de arroz hecha con lengua al fuego y yema curada en ceviche, que potencia el sabor de ambos.
Millesime
Otro que me gusta mucho, por ser amante del negroni, es el nuevo trago ahumado del restaurante Millesime, el “Rocketman” (en la foto, $ 5.000), una reinterpretación del negroni. Tiene gin, Campari y oporto infusionado en romero, lo que le aporta dulzura y notas herbales. Además, lleva un toque de licor de marrasquino.
Ahí, lo ahúman con nuez moscada, que le da aromas más especiados. Si lo acompaña con los “tomates semisecos sobre caballa ahumada”, con jugo de soya y jengibre ($ 7.500), será un momento redondo por el buen maridaje.
Mulato
En el barrio Lastarria hay que hacer de todas maneras una parada en el restaurante Mulato, para probar el fresco y cítrico “Rosa María” ($ 5.500), con vodka, naranja, limón, pomelo y humo de romero fresco.
Room 09
Ahora, si anda por Bellavista, el afamado bar Room 09 merece una parada: en su carta tiene cinco alternativas ahumadas.
Mi favorito es el aromático “negroni ahumado con canela” ($ 6.000), con gin, Campari y vermú. Su puesta en escena lo sorprenderá.
Pruébelo con el “tártaro de salmón” ($ 5.500), con ají amarillo, pepino, mayonesa de erizos, yema curada de codorniz y manzana confitada, que es bien sabroso y fresco