Julio es un mes de clásicos, de celebrarlos y disfrutarlos aunque estemos en invierno en esta parte del mundo. Celebramos los días del Mojito Cubano y de la Piña Colada. Así que convocamos a Nicolás Gallego quien es actor, Bartender y actual Brand Ambassador Cepas Chile.
Por Nicolás Gallego.
Uno de mis meses favoritos debe ser Julio, ya que celebramos 3 días hermosos para conmemorar 3 cócteles clásicos en base a ron.
Y es que el ron tiene algo muy pasional e interesante, tantos perfiles, no es lo mismo un ron de Trinidad, que uno de Venezuela, o Puerto Rico. Las maneras de trabajar la caña de azúcar, los sistemas de destilación, duración de las fermentaciones, las barricas y maderas que utilizamos para añejar y los porcentajes de evaporación durante el añejamiento casi siempre son los mayores en el ron a medida que avanzan en el tiempo, y la verdad no es que sea simplemente porque haga calor, diferencias de altura y mayor humedad, es la parte de los ángeles, y es porque los ángeles les gusta y les encanta más el ron sobre otros destilados.
¿Y si lo ángeles se apasionan por este destilado por qué no nosotros? No solo por los rones con tanto añejamiento, que han esperado tantos años después de mágicas mezclas a manos del master blender y familias de trabajadores para llegar a ese rico elixir dentro de la botella, también por sorprendernos por lo increíblemente versátil que es este producto.
Si bien algunos crecimos viendo como los adultos consumían la clásica “ron cola”, lo cual para los bartenders con un perfecto balance de limón y sus ingredientes llamamos correctamente Cuba Libre, debo decir que uno de los cócteles que más impresionó mi carrera de consumidor y Bartender fue el mojito.
Recuerdo que fue en el año 2010 cuando mi hermana en un bar de Santiago, desconocido para mí, pidió un mojito. Al llegar a la mesa, me sentí sorprendido cuando llegaba a la mesa una bebida con aspecto de “planta con agua”. Al momento de probarlo, debo decir que me sorprendió bastante, sobre todo por el sabor fresco y herbal que tenía, y dentro de mi humilde conocimiento en coctelería en esos años, ya que yo me encontraba egresando de la carrera de Actuación, mi mayor afinidad el ron era mezclarlo con bebida cola.
¿Por qué ocurrió esta evolución a medida que pasaban los años? La principal razón es porque hoy se resuelve que el ron es un destilado muy versátil, refrescante y porque poco a poco el consumidor ha avanzado en el camino de las tendencias de los cócteles refrescantes y baja graduación alcohólica. Pero hoy sobre todo, tenemos a un grupo de clientes especialistas en este cóctel, que desea probar variaciones, con diferentes hierbas, sabores y algún toque especial del Bartender.
Para mi gusto el Mojito ideal es el siguiente:
Si estoy en mi casa, tranquilo y con tiempo, sigo los siguientes ejemplos:
- 3 cucharaditas de azúcar fina.
- Medio limón sutil cortado en 4 sextos.
- Machacamos el contenido con un mortero y con una cuchara disolvemos el azúcar con el limón.
Me encanta este paso, considero que cuando el azúcar se disuelve poco a poco impulsa los sabores de este coctel de una manera impresionante.
- Con una palmadita suave abrimos los aromas de la menta y la agregamos al vaso.
- Agregamos abundante hielo frappé.
- 60 ml de Ron blanco y revolvemos suavemente.
- Luego agregamos un top de agua con gas bien fría.
- Agregamos un poco extra de hielo.
- Y coronamos con un par de hojas de menta. No solo por lo estético, sino que lo primero que quiero sentir es la menta abrir todos esos sentidos por su cualidad aromática.
Y si seguimos hablando de versatilidad, debo decir que el renacer, al menos en mi vida, de la Piña Colada me ha sorprendido bastante. Si bien la memoria de muchos es crema, piña, en algunos bares con leche condensada, leche líquida, jugos en cajas con nada de natural de piña, debo decir que cuando descubrí una receta mas “adecuada” en la escuela donde estudié coctelería me sorprendió gratamente. No solo era con piña natural y la escasa crema de Coco López, sino también un ingrediente importante era el hielo. Luego de probar años de Piñas Coladas “aguadas” en bares de San Antonio “primer puerto de Chile” , cuando probé esta textura frozen donde medías el hielo con la cristalería para que quedara una trama de sabores y sensaciones completamente distinta. Necesitaba hacerle a mi familia, sobre todo a mi madre, gran amante de este cóctel, la receta perfecta de la Piña colada y se soprendió.
Ahora dentro de una experiencia personal, que decidí ir de vacaciones a Puerto Rico para el Tales of the Cocktails 2019 on tour, aproveché de conocer uno de los lugares que señala su creación: Barrachina. Por desgracia el hotel Hilton estaba destruido por el huracán María, entonces me quedé con la degustación de esta Piña Colada de la isla del Encanto.
Debo decir que no solo me llamó la atención la Piña que era más bien cítrica de la isla, sino que también además de la crema de Coco López, ellos agregaban un toque de Bacardí Carta Negra, ron del portafolio que quema la barrica por más tiempo para darle un toque ahumado al destilado, para añadir un poco de potencia a la Piña colada debo decir que me dejo impresionado gratamente.
Finalmente les comparto la receta que prefiero de este clásico:
- En la licuadora agregar la piña cortada en trozos. Ojo que la piña la debes probar para saber cuánto dulzor o acidez tiene, trata de no utilizar el centro, de seleccionarla con cariño… ¡de entenderla!
- Luego de agregar unos 6 a 8 cubitos de piña, agregamos unos 45 ml de crema de coco López y 60 ml de Bacardí Carta Blanca.
- Ahora el paso que me encanta es medir el hielo con la copa que utilizaremos. Con eso calcularemos a que el cóctel quede con esa textura frozen que de verdad vuelve cualquier tarde calurosa soportable y agradable.